Todos tendemos a pensar que vemos las cosas como son, que somos objetivos. Sin embargo no es así, vemos el mundo, no como es, sino como somos nosotros o como se nos ha condicionado para que lo veamos. Usualmente cuando establecemos relaciones con nosotros y con los demás, para describir lo que vemos, en realidad nos estamos describiendo a nosotros mismos desde nuestras convicciones y creencias sociales. 

Lograr la consciencia como persona para tener relaciones de valor, es permitirnos aceptar que cada uno observamos de manera diferente el mundo y desde ahí, la diferencia, construir un mundo incluyente, equitativo y sostenible.